Anoche un informe de Periodismo para todos mostró la manera en la que decenas de ciudadanos orientales entran de modo ilegal al país.
El sistema de compra-venta parece sacado de una novela de intriga internacional. El pago, en el casi 100 por ciento de los casos, se da en China. Luego, como una especie de postas, las personas que llegan a la frontera abonan «peajes» por trámites de documentación apócrifa, y son trasladados en forma precaria hacia las fronteras de Brasil y Paraguay, habitualmente. Una vez allí, pasan al país.
«Son ciudadanos que están en condiciones de pobreza y que necesitan venir a la Argentina para buscar un futuro mejor. Los gestores lucran con sus necesidades. Ellos creen que vienen de manera legal, pero cuando están acá advierten que son víctimas de un engaño», afirmó a PPT la abogada de derecho migratorio Deborah Huczeck.
POR TIERRA
Dos hermanos chinos que entraron en forma ilegal a la Argentina, Sanhuan y Li Ming, le contaron al equipo periodístico de Jorge Lanata que ellos pagaron 6 mil dólares en China para venir al país, desde la ciudad de Hubei. «En Brasil una persona nos recibió y nos dio documentación y celulares. Nos trasladaron en coche de noche. Nunca supimos donde estuvimos», dijo el muchacho.
Luego relató que los metieron en la parte de atrás de un vehículo y los llevaron a una casa. Allí no podían salir a ningún lado. Una vez que les ordenaron irse de ese lugar, los llevaron de la misma manera hasta un lugar incierto de la frontera, y luego tuvieron que caminar. «Nosotros seguíamos al ‘cabeza de serpiente’ porque no conocíamos dónde estábamos. Era la primera vez que salíamos de China», agregó.
El «cabeza de serpiente» es la persona que traslada a pie a grupos de chinos por la frontera. Estos hombres, según los testimonios, están armados y son violentos. «Teníamos miedo. Estaba estresada y casi que me volví loca», expresó la joven.
POR AIRE
Hay otra forma de entrar al país. La ruta del engaño también tiene una pata «legal» en algunas dependencias que facilitan documentación apócrifa. El caso de tres ciudadanos chinos que fueron retenidos en el aeropuerto de El Dorado, Misiones, también refleja está forma de entrada ilegal.
Allí, hubo dos hombres y una mujer que intentar abordar un vuelo con una documentación precaria. Al verificar la inconsistencia de los documentos, y antes de salir hacia Buenos Aires, desde Migraciones retuvieron a los tres. Quedaron alojados en un puesto de Gendarmería hasta que la Justicia decidió que vuelvan a su país.
De los últimos 70 ciudadanos chinos que retuvieron en 2016, 23 volvieron a su lugar de origen. La cifra se duplicó con respecto al último año por el cambio de gobierno y la modificación de la estrategia de las nuevas autoridades. «La idea es reconducir a los chinos a su país. Tenemos que hacerlo porque no podemos permitir que personas que estén en redes de tráfico estén en nuestro territorio», cerró Horacio García, director de Migraciones.
Fuente (tn.com.ar)